miércoles, 27 de julio de 2016

inspiración por imagen: Atravesando la puerta.




Jaime corría hacia la puerta del caserío. Tenía muchas ganas de pasar las vacaciones de verano en aquella gran casa que pertenecía a sus abuelos.
El pequeño niño de cuatro años, subió los escalones  de uno en uno y sin esperar a que nadie lo recibiera traspasó el umbral de la puerta que estaba entre abierta.
El hall eran inmenso, tan grande que el pequeño Jaime se sorprendía a cada paso que daba. Desde su altura, podía ver todos los adornos de los jarrones que adornaban la gran escalera de caracol y también todas las marcas del suelo que con el tiempo se formaron.
Una suave melodía llegó hasta él, reconociendo enseguida que aquella pieza de piano era la favorita de su abuelo, y se dirigió hacia la sala que se abría a su derecha.

El hombre, estaba sentado en un butacón de cuero, escuchando la pieza de música clásica con los ojos cerrados, dejándose llevar por cada una de las notas. Al escuchar a su nieto que lo llamaba emocionado, se levantó y lo abrazó con fuerza.

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